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La simplicidad de Makoto Shinkai

Spoiler alert**

Publicado: 2021-06-20


Para aprehender la obra de Makoto Shinkai empezaré por hilvanar dos momentos, que para mí, retratan de manera sutil, pero acertada, la totalidad de su filmografía. El primer momento lo constituye la escena final de 5 centímetros por segundo. En dicha escena, podemos ver el accidentado reencuentro de una pareja de jóvenes luego de muchos años, en Tokio. Mientras el joven Takaki camina a través de los rieles en la estación de tren Sangūbashi y voltea a verificar si la mujer que pasó junto a él era, en efecto, el amor de su infancia, Akari; un tren cruza rápidamente y le nubla la vista por algunos segundos, quedando a la espera de ver si al otro lado Akari le sostendría la mirada. No lo hizo, continúo caminando por debajo de los cerezos; un simbólico final que da por concluida la incansable búsqueda de Akari.

Estación de tren Sangūbashi, 5 centímetros por segundo

El segundo gran momento, muy parecido al anterior, es la última escena de Your name; en la que los protagonistas Taki y Mitsuha se reencuentran en las famosas escaleras del santuario de Suga, en Tokio. Entre idas y venidas, ambos coinciden en la misma estación de tren; pero en vagones y destinos opuestos. El gran reencuentro se va gestando de a pocos, gracias a la mente maestra del director; condensando la ansiedad del espectador con los maravillosos dibujos que nos mantienen con los pies sobre Tokio. En el preciso momento en el que los protagonistas se miran fijamente y sienten cómo la pérdida con la que habían cargado por tanto tiempo, se desvanece por completo; nosotros respiramos claro y profundo. Luego de 5 años sin verse, Taki y Mitsuha encontraron al dueño del final del hilo rojo; y terminaron- ¡por fin!- por preguntar cuáles eran sus nombres.

Taki y Mitsuha, Your Name

Un detalle a aclarar es que 5 centímetros por segundo fue estrenada en el 2007, 9 años antes de Your name. Por lo mismo, puede sentirse la diferencia entre un Shinkai joven e inexperto, de un Shinkai que ganó una nominación a los Óscar, rompió récords de taquilla y se catapultó a la fama mundial. A pesar de ello, se pueden notar algunos puntos en común; como son el uso de trenes, personajes jóvenes y el recurso de la pérdida de algo o alguien. Por otro lado, la diferencia entre las previas escenas descritas parece obvia; Takaki no volvió a ver a Akari, mientras que Taki y Mitsuha sí se reencontraron, y su historia de amor continuó justo en donde la dejaron (un final más esperanzador, y si se me permite, más comercial). Podríamos dejar el asunto ahí y alabar la habilidad de Shinkai en retratar el primer amor a través de varios saltos temporales y puntos de vista; dejando la puerta abierta a la interpretación del espectador. Sin embargo, esta es solo la impresión más superficial; y mientras más detalles apreciamos, más nos damos cuenta de que su talento recae en otros aspectos menos asequibles a simple vista.

Vida real/ Anime, Your Name

Shinkai posee la habilidad de construir espacios que se ajusten en la medida de lo posible, a sus personajes, y respondan la necesidad de cada una de las escenas. Por un lado, podemos entrever cómo elementos meteorológicos- dígase lluvia, nieve, sol- juegan un papel fundamental en modelar los estados de ánimo de sus protagonistas; en 5 centímetros por segundo, la lluvia y la nieve juegan como elementos de tristeza y nostalgia; en El jardín de las palabras, la lluvia es un catalizador del encuentro; y en El tiempo contigo, la lluvia y el sol son elementos conflictivos que adquieren personalidad propia a medida que se desarrolla la trama. Una vez más, Shinkai muestra gran maestría en elaborar historias e integrarlas con elementos que solo pueden ser retratados espléndidamente a través del anime. Sin embargo, tampoco es este nivel el que lo diferencia de otros directores.

Es el tercer nivel el que me impresiona, y por lo mismo, el más difícil de entrever cuando los elementos más externos; llámense, historias atractivas, romances, y un poco de fantasía, llenan la pantalla y acaparan toda la atención. El tercer nivel es el que denomino “el nivel comunitario”, y para poder explicar en qué consiste tengo que recurrir a lo que Robyn Eckersley entiende por comunitarismo. La premisa principal es que la razón universal de la que tanto han hablado durante los últimos siglos, y ha justificado una serie de atrocidades-y algunas buenas acciones- no es concebible si entendemos al ser humano no como un ser individual que adapta su comportamiento a premisas generales y universales; sino, como un ser local, arraigado en los elementos más simples que conforman su entorno. Entonces, para los comunitaristas, lo principal sería entender al ser a partir de su lado más local; su comunidad, su familia, su región; para luego de ello, dar el salto cuantitativo y afirmar cosas mucho más generales. Eckersley habla del ambientalismo y piensa que la mejor manera de proteger la naturaleza es empatizando con nuestro entorno más cercano; y luego, llevar esa empatía hacia niveles más universales. Por más sorprendente que parezca, Makoto Shinkai realiza lo mismo en sus obras: Cuando analizamos 5 centímetros por segundo y Your name detenidamente, se pueden apreciar detalles que nos acercan a la idea de comunitarismo.

El jardín de las palabras

En ambas películas el punto final de encuentro ocurre en una ciudad (Tokio) que vendría a ser el culmen máximo de aquello que buscaron en lugares más locales y pequeños. Retrospectivamente, no tendría mucho sentido que la historia comenzara en una gran ciudad si es que los personajes principales no han vivido intensamente dentro de parajes más alejados; y por lo mismo, más aprehensibles y empatizables. Siendo más específicos, si en 5 centímetros por segundo, Takaki no hubiera ido por tren, en medio de una nevada, a visitar a Akari; o si no hubiera asistido a la escuela secundaria en la isla de Tanegashima; no podríamos entender el final de la historia, y cómo es que los sentimientos que uno desarrolla gracias a su entorno más cercano, van a moldear mucho de su vida adulta.

En Your name ocurre algo similar. Por un lado, Mitsuha representa lo rural, lo más tradicional y folklórico que nos explica cómo los hilos de tiempo justificarían el cambio de cuerpo entre ella y Taki. La historia no tendría sentido sin este lado más alejado de lo racional; y por ello, más atractivo. La forma en la cual se utilizan los paisajes rurales de Tokio para emprender la búsqueda de un otro perdido-que termina siendo una búsqueda personal- justifican y completan toda la historia; y hacen recordar que finalmente, todos somos productos de pequeños y únicos momentos.


5 centímetros por segundo

Como puede verse, cada una de las etapas de la vida de los personajes está moldeada por un fuerte arraigo hacia algún lugar, a ciertas personas, a ciertas experiencias que fueron las que jugaron un papel fundamental en su formación. Y aunque esto sea un elemento que puede escaparse a primera vista, no es algo exclusivo de Shinkai; es un recurso explotado en numerosas películas y libros. Lo que, a mi parecer, lo hace especial es que utilice recursos pictóricos- llámese anime, e incluso mangas- para imitar lugares reales, que intente recrear momentos extrañamente específicos; como la nieve cayendo de noche en las vías de un tren, o la luz alzándose desde lo más alto de una montaña para tomar al espectador y conducirlo minuciosamente a las entrañas de sus personajes.

Mitsuha preparando Sake

Volviendo a Eckersley, podríamos decir que Shinkai utiliza claramente sensaciones tales como la nostalgia y el amor- a uno mismo, al entorno, al ser cercano- para invitar al espectador a quedarse y sentir cómo se hace parte de los mundos que construye. Dicho de otra forma, parece ser que utilizar la cercanía y los sentimientos formados desde lo más local es una herramienta que genera más adherentes que una premisa única y universal. La validez de esto, dependerá del punto de vista de cada espectador; pero si se me permite; me gustaría seguir creyendo que Shinkai busca algo más que entretener con sus películas; y esto es, proximidad.


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