Una inacabable jornada electoral nos ha traído de vuelta una multitud de recuerdos con olor a cerveza Brahma y, en algunos contados casos, a espuma artificial. Durante la secundaria, el decimoquinto cumpleaños de la mayoría de compañeras del salón abarcaba un rango de influencia superior que cualquier otro evento personal. Si eras popular, podías tener la suerte de ser invitado a este tipo de fiestas desde primer año, pero, para los que fuimos caducos personajes de reparto, las invitaciones a "Quinos"* empezaron a llegar en tercer y cuarto año.

Oficialmente, según la legislación de nuestro país, la mayoría de edad comienza a los 18 años, es desde este punto que podemos manejar un auto, casarnos, tener una cuenta bancaria y votar por un mal menor cada cierto tiempo; sin embargo, como todo en sociedad, la construcción sociocultural de la “juventud” o “primera adultez” no se rige por parámetros de autoridad, por el contrario, los poderes y capacidades que nos hacen distanciarnos del lazo nuclear de la familia casi siempre suceden desde antes. Es por esto que las fiestas de quince años a lo largo de las historia han pasado de ser ceremonias de reafirmación familiar a la mejor oportunidad para dejar de ser la “hija” de un par de señores que no te entienden. Para notar esto solo basta observar la dificultad que tienen los adolescentes para guardar silencio durante los largos minutos que se toma el padre de la cumpleañera en declamar su discurso de bienvenida (algunos con menos suerte tuvimos que escuchar a alguno cantar “Mi niña bonita"**).

Habiendo escrito un poco de la práctica y significado de este ritual, podemos pasar a explicar de donde viene la frase “Se viene el Quino”, que se ha venido repitiendo más de lo necesario en estas últimas semanas, haciendo referencia a la nueva derrota de Keiko Fujimori. 

Para retroceder un poco en cómo surgió, haremos referencia al Campeonato Descentralizado*** de 1978. Alianza Lima, con una terna soñada de mediocampistas (Cesar Cueto, Teófilo Cubillas, Hugo Sotil), le ganaba por dos goles al Atlético Chalaco y terminaba campeonando por segunda vez consecutiva. Luego de esta hazaña, el popular “equipo del pueblo” pasó por una larga sequía de campeonatos que duró 19 años. Es en este tiempo que sus adversarios de Universitario empezaron a hacer mención a “El primero Quino” (haciendo referencia a que acumulaba quince años sin campeonar). La mejor anécdota que un futbolero ha escuchado de algún veterano visitante de estadios es que en 1993 (para algunos un año más o un año menos) el Comando Sur**** vistió a uno de sus hinchas con un vestido rosado y lo hizo bajar por las escaleras de la tribuna a tiempo que entonaban una marcha clásica para quinceañeras. Después de que Alianza rompiera su racha en el 97, pasaron muchos años hasta verse víctimas de una situación parecida...

En el 2006, Alianza jugó una nueva final del Descentralizado contra el equipo de un servidor (Cienciano del Cusco). Esta final tenía nombres como George Forsyth, candidato de estas últimas elecciones, o Aldo Olcese, recordado por estar presente cuando a Malú Costa se le cayó un pendiente al interior de un auto*****, y muchos otros que hemos ido olvidando (o incluso superando). Luego de ganar este campeonato, el equipo Blanquiazul volvió a pasar por una larga racha de campeonatos sin ganar, que llegó a un punto de quiebre para sus seguidores en el 2016, luego de perder por cuatro goles ante el Atlético de Sullana, quedándose sin posibilidades de ganar el título. Es así que, por sumar 10 años sin ganar, en redes sociales se retomo la referencia del siglo pasado, cambiado la frase “El primer Quino” por la expectante “Se viene el Quino”. 

Lamentablemente, Alianza ganaría el campeonato del 2017 (evitando llegar a los quince años sin ganar) y muchos nos quedamos con la penosa carga de no poder gritarles que les había "llegado el Quino". En la actualidad, la frase ha viajado desde el argot futbolístico hasta el argot político, en redes sociales la gente anuncia estar celebrando el Quino de Keiko, quien ha perdido elecciones desde 2007 (fecha en la que empezó su primera campaña para llegar al sillón presidencial). Las verdaderas preguntas que nos deja esta historia, este ritual y estas elecciones son: ¿Ya alcanzo Keiko la edad para empezar a distanciarse de su familia nuclear? ¿Keiko es socioculturalmente Aliancista? ¿Los hinchas de Alianza que son anti fujimoristas gritan con el mismo ánimo una frase históricamente usada en su contra?. Son preguntas que no me atrevo a responder por preferir enfocarme en este triunfo particular.